Catedral de Notre Dame de París
La Catedral de Notre-Dame de París es uno de los edificios más emblemáticos de Francia y una de las catedrales más famosas del mundo. Situada en la Isla de la Cité, en el centro de París, fue construida en el siglo XII y está dedicada a la Virgen María. Esta magnífica catedral gótica ha resistido el paso del tiempo, con momentos de gloria y tragedia, convirtiéndose en un símbolo de la historia y la cultura francesas.
Uno de los aspectos más notables de la catedral es su fachada occidental, adornada con tres portales ricamente decorados. El portal central, llamado del Juicio Final, está decorado con esculturas de condenados, ángeles y santos. Sobre el portal central hay una estatua de la Virgen con el Niño, rodeada de estatuas de los doce apóstoles.
El interior de la catedral también es magnífico, con sus altas bóvedas apuntadas y sus coloridas vidrieras. La nave central mide unos 130 metros de largo y está sostenida por macizas columnas. Las capillas laterales también están ricamente decoradas con esculturas, pinturas y vidrieras. El coro está decorado con numerosas esculturas y mosaicos dorados.
La catedral también alberga varios tesoros, entre ellos la Santa Corona de Espinas, una reliquia venerada por los católicos como la corona que llevaba Jesucristo en el momento de su crucifixión. La catedral también posee una gran colección de objetos litúrgicos, pinturas y esculturas de distintos periodos de su historia.